
Perdiéndose la parte más importante
Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo:—Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude!—Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es...
